miércoles, 16 de septiembre de 2015

Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono


La Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, para conmemorar el día en que se firmó en Montreal, en 1987, el Protocolo relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono y que se ha convertido en referente mundial como uno de los objetivos mejor cumplidos por la Humanidad en los últimos veinte años.

La capa de ozono, la frágil capa de gas que protege a la Tierra de la peor parte de los rayos solares, y preserva la vida del planeta, ha revertido su agotamiento, desde que los Estados han cumplido actividades directamente vinculadas al Protocolo de 1987.
En este 2015, se cumplen además 30 años del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, “un hito en la protección de esta capa de la atmósfera”, según la ONU que ha escogido como tema de este año para el Día Internacional: “El ozono: todo lo que hay entre usted y los rayos UV”.

Del borde de la catástrofe a la recuperación global

En ocasión del Día Internacional, el Secretario General de ONU Ban Ki-moon ha recordado en particular que “no hace mucho tiempo la humanidad estuvo al borde de una catástrofe autoinfligida. El uso de sustancias que agotan la capa de ozono como los clorofluorocarbonos (CFC) había creado un agujero en la capa de ozono que nos protege de las radiaciones ultravioleta perjudiciales del sol, pero hicimos frente a ese desafío”.
Remarcó el funcionario que “juntos hemos logrado que la capa de ozono de la estratosfera emprenda el camino hacia la recuperación para mediados de este siglo. Como resultado de ello se podrán prevenir hasta 2 millones de casos de cáncer de piel cada año y evitar aún más casos de cataratas”. Recordó no obstante que el problema no ha concluido en tanto los hidrofluorocarbonos que se han utilizado como sustitutos de muchas de las sustancias que agotan la capa de ozono, “aunque no agotan la capa de ozono, son gases de efecto invernadero sumamente potentes y, a menos que actuemos ahora, en los próximos decenios contribuirán en gran medida al calentamiento de nuestro planeta, ya de por si recalentado”.

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